Cadiz y el Mar Parlando Italianisimo
Cádiz y el mar se ha ahogado en su propio Tsunami, desde su sala de karaoke salió cantando a Política Nacional donde conoció a Mara_dona, ni lerda ni perezosa busco su amistad, pensó que ambas arrasarían las blancas arenas del paltalk con sus aguas turbias. Abrieron una sala de desterrados, a la que no iba ningún terrestre y la Sra. con anhelos de sirena tramo su fina estrategia de hacer playa en "Políticamente ncorrecta".
Llego con sus cantos fraternales a endulzarle los oídos a chamamé con una obertura de insultos contra Maradona, y esta Srta que tiene el oído mas desafinado que piano de juguete se cautivo con la idea de una sala plural que tuvieran espacio por igual españoles y americanos. Cádiz parecía feliz en esa sala donde chamamé le había dado facultades extraordinarias, pero llego el lobo feroz con la natural esencia de destrozar el rebaño y lo que era paz y amistad fue convirtiéndose en un clima mas parecido al de oriente medio. La sala iba creciendo en la medida que los cantos de Cádiz iban espaciándose y el debate ameno marcando el ritmo.
Cádiz no encontraba ya mucho espacio para sus acordes musicales y empezó a preparar el terreno para una nueva retirada, no sabemos como pero convenció al phantasmo para hacer una sala paralela donde ella cumplió su deseo de ser una princesa. Ese evento provoco la furia de chamamé que se sintió traicionada por dos de sus esbirros y la consecuente división del grupo que eso ocasionaría. Viendo que el nombre no era atractivo y que nadie entraba en esa sala pensaron… Y eureka, el manicomio del PAL, parecía ser su visión de cómo son los usuarios que acá invierten su tiempo y sintieron que tendrían gran poder de convocatoria… Así fue que Cádiz cantaba y enamoraba sin pausa, se le juntaron amores y problemas así como lucha de egos entre un rejunte de arrobas que todos juntos no hacen uno. Termino como cualquier espectador avezado del PAL sabia que iba a terminar, con una fractura de salas, que expulsó a phantasmo al destierro en el que alguna vez estuvo Cádiz y a ella misma confinada en una sala de cuerdos que no era su oceano ni mar.
Ahora pasa su tiempo en política nacional sufriendo los agravios de varios usuarios por cuestiones pasionales como Vicente Mario o por criticar a la sala, como Kalígula y el mismísimo Bitman.
La sirena se cargó a varios al fondo de las profundidades, difícilmente algún pescador vuelva a morder su anzuelo.
Por Nardo Popular
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