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miércoles, 2 de mayo de 2012

Carmina Burana (letra)

 
Oh Fortuna,
variable como la Luna
como ella creces sin cesar
o desapareces.
¡Vida detestable!
Un día, jugando,
entristeces a los débiles sentidos,
para llenarles de satisfacción
al día siguiente.
La pobreza y el poder
se derriten como el hielo.
ante tu presencia.

Destino monstruoso
y vacío,
una rueda girando es lo que eres,
si está mal colocada
la salud es vana,
siempre puede ser disuelta,
eclipsada
y velada;
me atormentas también
en la mesa de juego;
mi desnudez regresa
me la trajo tu maldad.

El destino de la salud
y de la virtud
está en contra mía,
es atacado
y destruido
siempre en tu servicio.
En esta hora
sin demora
toquen las cuerdas del corazón;
el destino
derrumba al hombre fuerte
que llora conmigo por tu villanía.

2. Llanto por las ofensas de Fortuna

Lloro por las ofensas de Fortuna
con ojos rebosantes,
porque sus regalos para mí
ella rebeldemente se los lleva.
Verdad es, escrito está,
que la cabeza debe tener cabello
pero frecuentemente sigue
un tiempo de calvicie.

En el trono de Fortuna
yo acostumbraba a sentarme noblemente
con prosperidad
y con flores coronado;
evidentemente mucho prosperé
feliz y afortunado,
ahora me he desplomado de la cima
privado de la gloria.

La rueda de la Fortuna gira;
un hombre es humillado por su caída,
y otro elevado a las alturas.
Todos muy exaltados;
el rey se sienta en la cima,
permítanle evitar la rutina
ya que bajo la rueda leemos
que Hécuba es reina.
 
 http://www.youtube.com/watch?v=GD3VsesSBsw 
 

1 comentarios:

PARA GARRAPATA ( HOMBRE INTELIGENTE )

Hablar con Shakespeare

HOMBRE INTELIGENTE Le preguntaban a un conocido catedrático de Política Económica sobre el más allá. Con buen humor respondió que, si tenía la suerte de llegar al Cielo, lo primero que diría sería:

-Que me traigan a Shakespeare, que quiero hablar con él.

Luego pasó a explicar que llevaba bastantes años dedicándose al idioma inglés,y de arrobas en varias salas y todavía sólo había logrado medio hablarlo; así que en el Cielo quería tener el disfrute de conversar fluidamente en ese idioma y nada menos que con el señor Shakespeare; ¡ahí es nada.!

Su mujer, andaluza y con buen acento del sur, le "reprendió":

-¡Ay, LUIS hijo, qué corto eres! ¡Yo no voy al Cielo para eso!

ATENTAMENTE JAZZ MAN
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