MENTIRA Y FRIVOLIDAD..."el pan nuestro de cada día"
Desde que nos comenzamos a relacionar con los demás somos conscientes de las repercusiones de nuestra conducta, (intenciones, actitudes y obviamente elecciones) y ello nos hace responsables de lo que nos sucede en el día a día y más esotéricamente hablando… responsables de nuestro futuro, de nuestro destino. Existimos; y lo que distingue a unos de otros es el valor, el significado que cada cual otorga a esa existencia y consecuentemente en cómo decide vivir.
Una forma de eludir la realidad y por tanto esa responsabilidad que tendría “el afrontar la verdad de nuestros actos”, es la mentira que va asociada a muchos trastornos psicológicos que se agravan si se convierte en “hábito”.
Quienes nos conectamos a Internet, somos conocedores de innumerables ejemplos de situaciones tales que nos vienen a la mente en este preciso instante, y varios personajes también que juegan con las mentiras, “caiga quien caiga y cueste lo que cueste” tan solo por el mero placer.
Pero como “todo lo que aquí se hace, aquí se paga”, al final quien trata de perjudicar es el más perjudicado, -como dice el dicho popular; “la mentira tiene patas cortas”- y tarde o temprano la verdad saldrá a luz y “el mentiroso” se convertirá en una persona poco fiable e indigna de confianza ante los demás.
La mentira en este medio va de alguna forma asociada con la frivolidad, que es la antítesis a la profundidad de espíritu y a la seriedad como actitudes vitales y a la larga un mal hábito con graves consecuencias. Para el frívolo no hay diferencia entre lo esencial y lo accidental, entre lo categórico y lo anecdótico, se olvida que no todo tiene el mismo valor en la vida. También suele ser asociada a la estupidez o a una forma de inconciencia.
Seguramente estas frases les serán familiares: “quiero que la pasemos bien, sin complicarme la vida con si te amo o me amas”; “busco unirme a quien me resuelva y pueda vivir mejor, los amigos no existen”; mas triste aún “si mi hijo se mete en problemas que los resuelva como pueda”, y cuantos más.
La frivolidad va de la mano de la superficialidad, o denominada enfermedad del Siglo XXl, o la ERA DE LA NADERÍA como leí en algún lado, y ustedes como más les guste.
Mientras que la primera es una manera de ver y vivir la vida de forma inconciente, la segunda se caracteriza entre otras cosas por el egoísmo, la falta de voluntad para encarar los problemas, y la falsa ilusión de que lo único importante en la vida es sentirse cada vez mejor y más cómodos... en definitiva ambas significan; renunciar a valores tan sagrados como el amor, la lealtad, la solidaridad, el sentido de la familia, la responsabilidad paterna y materna, y deriva en la incapacidad para afrontar la vida siendo el suicidio muchas veces la única salida irracional, para poner fin al sufrimiento y la frustración.
No expresaré “que lástima me provocan estas personas”; porque no los subestimaría a tal extremo, y porque “lástima” es el peor sentimiento que espero jamás inspirar a nadie.
LO IMPORTANTE CONTRA LO FRÍVOLO...
Les comparto este video francamente conmovedor y al mismo tiempo muy crítico de la brutalidad, la indolencia y la banalidad que imperan en nuestras sociedades.
El respeto por los derechos de los demás y la preservación de la vida siempre habrá de ser lo más importante.
“Paz y querencia para los seres de buena voluntad”
Hacer clic sobre el enlace:
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Por...LINA VINET
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