¿Es normal que alguien sienta admiración por psicópatas criminales?
Claro que no, salvo tenga algo de criminal también y ese es el caso de estos dos personajes que ellos mismos de ponen de seudónimo, Mickey y Mallory, criminales de los años 30 en los Estados Unidos de América, aunque Phanta es argentino y Monja rumana, sienten admiración por los criminales extranjeros, pero mas allá de sentir admiración, quieren imitarlo, por eso ver a uno de ellos diciendo te dará un tiro en la cabeza no te debería de sorprender, y quieren ser recordados como los criminales numero uno de paltalk.
Il Phantasmo y la Monja se quieren ir de paltalk pero no encuentran como hacerlo, ellos dicen el chat es una mierda, pero los más mierda que aportan son ellos, su posición es ridícula y su sed de venganza por las experiencias vividas, es insaciable, estos dos descarados quieren cagar a todos y causar el mayor daño posible al chat, ellos hablan de destruir el paltalk, así de grande es su locura.
Se iban a tener que ir del chat sin gloria cuando estaban en la sala de aislamiento “El Manicomio” en esa época eran dos infelices olvidados por todos, y aunque lo siguen siento, ahora liberan su infelicidad insultando a los demás, me considero culpable por pedirle a … “Chica Busca” que le diera participación en los “Premios Oscar”, por que de ahí salió la idea de hacer esa sala imitación de “Política Nacional” y que su enfermedad mental se prolongara por que esa sala le da la oportunidad de ser perversos y causar mal , porque hay gente ingenua que los apoya.
Continuara...
[EL ANATEMA DE LA MONJA Y EL PHANTASMO]
ResponderEliminarY vosotros, que osciláis y os bamboleás vanamente, basculando entre dos mundos no tan disímiles, seguramente entenderéis vuestra tragedia. Gracias por andar con la oreja lista para oírme. Ojalá que siempre tengáis un motivo para perder la vista entre las líneas de un libro o redimiendo vuestra inmensa fatuidad perpetrada en aquel recinto que os espeja, porque eso os estaría señalando que hay fuertes y poderosas motivaciones que empujan en contra de vuestro triste caminar vociferante.
Yo no me explico, y entonces reniego, cual es la razón que hace que os declaréis rústicos mediocres empeñados en perfeccionaros uno a otro, siendo que la vida está jalonada por fuerzas tan virtuosas y poéticas. Me da pena que, como los ciegos videntes, no quiérais ver vuestra magna patética epopeya.
Yo siempre soñé con un absoluto enorme. Con un absoluto que me bastara. Lo encontré en pocas cosas, en algunos amigos, en algunos libros, en algún niño, en alguna compañera, en alguna flor y, fundamentalmente en la palabra, en esa palabra con la que sé que me voy quedando porque me pertenece, y también le pertenece a un par de personas muy queridas, solamente a un par que imagina mis inquietudes y mis vibraciones. Entre las personas, encontré el absoluto en unas pocas, entre las cuales debo confesaros no os cuento, y quiero que lo sepáis, para que no me arrepienta, alguna vez, por no habéroslo dicho claramente a tiempo que vosotros dos, Monja y Phantasmo, sóis una familia, mejor dicho una banda fugitiva de virtudes. Una rústica voz disonante y un mediocre atrabiliario que inútilmente clama, pugnando por descender más abajo del último círculo dantesco.
¡Abandonad, pues, toda esperanza... tragediantes!
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